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Eucaristía

Templo
Fotografía
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HIMNO

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte

Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en una cruz y encarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera infierno, te temiera.

No tienes que me dar porque te quiera;
pues, aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén

Autor:
HIMNO